EMOCIONES
Porque a Simón le gusta la fotografía, pero no el realismo que transmiten, por eso, cuando el objetivo no ha captado la imagen que el estado de ánimo del artista sugería en ese momento, comienza el trabajo de post producción para que se adecúe a las emociones del artista. Y el resultado queda claro: "Obras a camino entre la precisión del objetivo y la vulnerabilidad del pincel y el pulso". Más claro, el agua.
Tras pasar buena parte de su vida visitando la zona del Cantábrico, Simón ha interiorizado el mundo de las pequeñas barcas de pescadores. Para él, estos entrañables objetos, han terminado por estar casi humanizados: las barcas duermen boca abajo, viven en soledad, envejecen... Y ahora las muestra al público en sus diferentes estados.
Y como las barcas sin agua no son nada, Simón ha decidido acompañar estas imágenes con otra serie dedicada a este elemento natural. Pero no como medio navegable, sino como compañero del hombre (igual que las barcas). Y así que completa el binomio que da razón de ser a esta exposición: barcas-agua.
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